sábado, 23 de enero de 2010

Arte en Pleno Centro de Guayaquil

Resulta verdaderamente cómico el hecho de que si preguntas a cualquier persona en la calle: Puedes mencionarme una obra de arte que conozcas?; yo hice esa prueba la semana pasada y créeme las personas (en total 2)respondieron:

· La Mona Lisa de Piccaso


· La torre Eiffel de París

Bueno; obtuve respuestas pero después de varios minutos de tanto pensar por parte de los encuestados; lo hilarante de la situación fue que estábamos a escasos 2 metros de el Palacio de Gobernación, el monumento a Sucre, el monumento a la fragua de Vulcano y 2 monumentos más que pueden ser no muy reconocidos por los ciudadanos guayaquileños, de los cuales hablaré más adelante.

Como sea continuando con mi relato; y pese a esto ninguno mencionó estas obras de arte tanto arquitectónico como escultórico.

Bueno pues por esta circunstancia me decidí a tocar este tema en el blog.


La Fuente de la Gracia y de la Gloria

Ubicada a escasos metros del monumento a Sucre; entre el Municipio de Guayaquil y el museo Nahím Isaías B. encontramos 2 fuentes con la figura de un ángel cada una.

Remontadas de los siglos XVIII - XIX y esculpidas por el Maestro Augusto Faggioni quien buscó complementar el texto artístico con dos expresiones escultóricas de excelente y grácil factura, que evoquen una síntesis de la existencia y el pensamiento del Gran Mariscal de Ayacucho. "


Para ello, Faggioni situó una la fuente que mira al Este -como una alegoría del pensamiento que al igual que el sol se levanta y orienta la vida- un magnífico bronce que representa la Victoria, bajo la forma de un ángel femenino, que vuela a coronar al héroe, llevando en su mano la gracia de los laureles alusivos a la gloria y al honor, que coronan los servicios desinteresados a la humanidad y evocan el peregrinaje libertario de Sucre, por los caminos de América.


La Fuente de La Paz

La segunda está ubicada al lado oeste; entrando por la calle Pichincha; la cual representa a un ángel femenino que porta una rama de olivo, símbolo de la paz que se conquista gracias al cumplimiento del deber.

Las dos estatuas están colocadas entre múltiples chorros de agua, como una alusión de la adaptación sicológica de las circunstancias para transformar la vida y lavar las injusticias, con el agua lustral del bien y el torrente regenerador de la libertad.


Mi Humilde Conclusión:

Cientos de ecuatorianos transitamos todos los días por las avenidas de Guayaquil y ni siquiera damos remota importancia a las obras de arte que poseemos y que para nuestro disfrute están colocadas ahí; a mi criterio no las sabemos valorar como tal; solo las utilizamos de fondo para tomarnos una bonita foto; la cual con el paso de los años se deteriorará y cuando uno de nuestros nietos nos pregunte acerca del nombre de aquella imagen que se observa al fondo de la foto que parece un monumento; tendremos que decirle, mijito ni idea…

Por favor tomemos conciencia ahora!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario