En Perú a 450 kilómetros al sur de Lima y cerca del Océano Pacífico se encuentran las pampas de Jumana, en el desierto de Nazca, entre las poblaciones de Palpa y Nazca.
Fueron trazadas por dicha cultura; están compuestas por cientos de figuras zoomorfas y fitomorfas; líneas tan simples y a la vez tan complejas.
Dichos geoglifos fueron realizados por los habitantes de la cultura Nazca, entre el 200 A.C y el 700 D.C.
Fueron realizadas en dos etapas, primero las figuras y luego las líneas. Sin embargo, de acuerdo a las características del suelo es muy difícil poder afirmar con seguridad el período en que fueron construidas.
Debido a problemas al aplica el sistema de carbono 14, los científicos han debido valerse de otros métodos precisos; tal como comparar las figuras de los geoglifos con motivos encontrados en la alfarería de la cultura Nazca.
La primera referencia de las líneas fueron hechas por el conquistador Pedro Cieza de León en 1547; cientos de figuras que ha menudo superan un kilómetro de longitud. Después de que Cieza de León observara “señales” sobre la llanura desértica, el Corregidor Luis Monzón escribió que las líneas eran carreteras.
Toribio Mejía Xesspe redescubre las líneas para el mundo científico a principios del siglo XX.
Decía que se trataba de “seques” o caminos sagrados; por su parte la matemática María Reiche influyó en Paul Kosok asegurando que dichos dibujos tenían un significado astronómico.
El primer estudio serio de campo sobre estas figuras, tras cinco temporadas de trabajo de campo se debe al equipo de Reindel e Isla.
Además en dichos lugares se hallaron ofrendas religiosas de productos agrícolas y animales marinos; también se encontró estacas, cordeles y ensayos de figuras; cuyo elementos sirvieron a los antiguos pobladores de Nazca.
Vistos de cerca, estas líneas se convierten en simples surcos en el suelo, cuyas características geológicas de la pampa propician que no sea necesario mucho más para obtener un resultado visible.
Los Nazcas se limitaron a retirar piedras superiores siguiendo un trazado, unidas por cordeles, a partir de un modelo a escala menor y una dosis de geometría.
El método de trabajo fue reconstruido mediante las pruebas recogidas por las expediciones arqueológicas.
Las líneas trazadas en el suelo, cuya anchura oscila entre los 4 dm y 21 dm; es una tierra entre negruzca y rojiza que se torna rojiza al anochecer.
Las longitudes de las líneas son variables, llegando algunas a medir hasta 275 mts. de largo; las figuras que se hallan en Nazca son numerosas, particularmente en la pampa de San José.
Estas figuras geométricas son la viva representación de animales; tales como aves (colibríes, pelícanos, gaviotas, loro, etc.) con una longitud de 259 y 275 mts de largo; así mismo como la figura de una ballena asesina de 27mts, un perro con patas y cola largas, dos llamas, un mono, un cocodrilo, una araña, etc.
La profundidad de las líneas nunca excede 30 cm. y algunas son simplemente rasguños en la superficie, pero que aún así pueden ser reconocidas.
En 1994 el comité de la UNESCO ha inscrito a las líneas de Nazca y de Pampa de Jumana como patrimonio de la humanidad.
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