Una obra de arte que faltaba por mencionar en este blog es el óleo pintado por Eduard Munch; resulta tan interesante el trabajo de Munch, nacido en Noruega alrededor del año 1863 y cuyo padre fue médico.
La relación que posee dicho cuando se vé representado con lo abstracto del pintor ya que a una temprana edad, a los 5 años su madre fallece como causa de la tuberculosis; razón por la cual se vé inmerso y en contacto desde muy pequeño con la muerte, la misma que años más tarde sería su obsesión en la vida.
Básicamente Eduard desarrolló su vida en un entorno de opresión y tristeza; puesto que cabe mencionar tenía una hermana 2 años mayor a él quien también fallece como victima de la tuberculosis, enfermedad que azotó gran parte del continente Europeo.
Hablando un poco más de la obra; El grito de Munch trata de reflejar la angustia que sentía a través del rostro de la persona que aparece en el óleo.
Esta angustia si bien no está totalmente definida hacia un solo parámetro; puesto que se le atribuye que su angustia no es solo a la opresión económica, social, personal; las injusticias, en fin un sin número de factores que convierten a esta pintura en una verdadera atracción para la vista.
Según se comenta Munch decidió pintar esta obra un día el cual se encontraba caminando con sus amigos por la carretera; cuando comenzaba la puesta del sol; en ese instante observó que el cielo se volvía rojo como la sangre. Fue entonces que estupefacto sintió miedo; lo cual quiso representar.
En conclusión Munch fue un genio en cuanto a drama, tragedia y tal vez horror ya que sabía como representar todas estas características en un cuadro. Prueba de ello fue una exposición realizada en Oslo en 1886 por el propio Munch; quien se constató que sus obras causaban escándalo al público y a la prensa; dicha indignación ante las
pinturas conllevó a clausurar dicha exposición a solo 7 días de haber sido inaugurada.
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